3. ¿Este entorno personal promovió o incitó tu posicionamiento feminista?

Dijéramos que yo iba mucho a la montaña de jovencita, iba a caballo, estaba esa parte naturalista y me sentía una niña libre, cuando iba los veranos en Senet, en el Pirineo. También teníamos un huerto aquí Lleida y también me expandía bastante. Como era la mayor, pues tomaba la iniciativa; mis padres eran emprendedores y también me daban bastante esa parte de acción. Siempre me fijaba... al ser niña y mayor, pues tenía un poco ese protagonismo y también tomaba iniciativa y me lo promovieron, sobre todo mi abuela paterna. 

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4. ¿Tu sexo determinó tus estudios y/o tu carrera profesional? 

No. Yo creo… A ver, a mí me han gustado siempre… Yo era muy mística, romántica de jovencita, me gustaba la poesía, me gustaba la naturaleza, me gustaba imaginar, escribir... escribía mi diario y, a continuación, empecé ya a leer. En concreto lo que sí me determinó fue que a los 15 años fui a Francia, en mayo del 68 francés, y allí yo me llevé el libro de La mujer en Cataluña, de Maria Aurèlia Capmany y allí leí Le deuxième sexo, de la Simone de Beauvoir. Yo estudiaba francés desde los 10 años y allí sí me inspiré. Y después ver a las mujeres francesas con 15 años con minifaldas, pololos... y volví a Lleida  ya toda muy radical. Allí empecé mi libertad. 

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5. ¿Cómo te definirías política, social e ideológicamente? 

A ver yo soy eco-feminista y no tomo ningún partido, dijéramos, no pertenezco a ningún partido, y para mí, el feminismo es un movimiento social de base que incluye a todo tipo de mujeres de todas las clases sociales y no está englobado dentro de ninguna tendencia, dijéramos, política partidista. Sí que en algún momento el colectivo feminista se planteó hacer un partido feminista y yo en ese momento estudiaba Sociología política y me escindí justamente porque yo quería que el feminismo fuera autónomo del partido y que fuera radical, refiriéndose a ir a las raíces. 

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6. ¿Cuándo empezaste a interesarte por cuestiones políticas? 

Cuando tenía 19 años estaba en Barcelona, ​​empecé a estudiar Sociología política en la época de Franco y estuve trabajando en los movimientos de barrio de Hospitalet y Cornellà, en los grupos de jóvenes y, allí, con las chicas empezamos a iniciar en lo que es la liberación de la mujer y la sexualidad femenina. De hecho, todo el movimiento de Self Help, de Leonor Taboada, que era algo paralelo a los plannings familiares. Nosotros lo promovimos para que la chica fuera autónoma de la autoexploración y pudiera conocer su cuerpo y estos talleres los íbamos a hacer a movimientos de barrio de Barcelona, ​​yo entonces vivía en Barcelona. 

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9. ¿Qué recuerdas eran las reivindicaciones más importantes de aquella época? 

Sí, mi filosofía de vida estaba muy ligada al ser humano libre autodependiente, autónomo y coorganizado.  Por tanto eran movimientos de base, asamblearios y colectivos autónomos. Por tanto, allí también las mujeres estábamos auto-organizadas. De hecho, estaba el movimiento Mujeres libres, que Marina al respecto escribió su libro, y que en Barcelona se organizaban como mujeres anarquistas. En cambio, no incluían el feminismo, y entonces nosotros lo que hicimos es hacer colectivos feministas. 

Mira, nosotros gracias del año internacional de la mujer de las naciones unidas en el año 75, que todavía había. Franco, en primavera, cuando se declaró esto, nos reunimos 200 mujeres en el colegio de Abogados de Barcelona  y ahí declaramos... pues que era el año internacional y el movimiento feminista en España. Luego fuimos a Madrid 500 mujeres, a un colegio de monjas, escondidas, para declarar el movimiento feminista español y allí iniciamos con lo básico: igual derechos, salario igual, derecho al mismo cuerpo, las leyes, la ley de divorcio , del aborto, etc. 

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10. ¿Crees que los partidos de izquierda también eran machistas? 

Bueno el machismo, el sistema patriarcal está en todos los sitios. Todos los sistemas, en todos los partidos, en todas las organizaciones sociales. Entonces la conciencia feminista la iniciamos nosotros, la promovimos. Por tanto, los hombres que nos apoyaban, ya venían a nuestras manifestaciones... evidentemente eran machistas y todavía lo son.

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11. ¿Cuál era el papel y la importancia de las mujeres en estas organizaciones políticas (principal decisorio o secundario)? 

Justamente queríamos que el movimiento feminista fuera autónomo y lo que sí ocurrió es que muchas mujeres de los partidos políticos vinieron al movimiento feminista. En concreto, yo recuerdo que el colectivo feminista, allí venían mujeres más de una organización más marxista-leninista y en las mujeres de La Mar venían mujeres de movimientos de base, más anarcosindicalistas. También venían del MC. En ese momento, de hecho, se fueron muchas de los partidos y vinieron a nuestro colectivo. 

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12. ¿Le tenían en cuenta a la hora de tomar decisiones o se sentía en una posición de inferioridad?

A ver, las mujeres que pertenecían a partidos empezaron su lucha dentro del partido. De hecho muchas socialistas, muchas de movimientos comunistas, anarquistas. Primero se organizaban en el mismo partido. Luego, se venían a coordinar a la coordinadora feminista donde estábamos los colectivos autónomos e iban a su partido a incluir las reivindicaciones allí. O sea, que era una doble lucha. Ahora, nosotros nos manteníamos muy firmes en los que éramos autónomas como movimiento, porque así no había ninguna tendencia. De hecho, en Barcelona las más radicales estábamos más organizadas con mujeres que no eran de partidos, eran mujeres independientes, y las mujeres de partidos crearon también otro movimiento que se llamaba... otro colectivo llamado ANCHE, en Barcelona, ​​y allí había más mujeres socialistas, comunistas, de diferentes partidos. 

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14. Si reivindicaba una mejor posición, ¿éraste escuchadas? 

Mira, nos hacíamos escuchar. Teníamos la actitud más de protagonista y, si no escuchaban, evidente, a ver, incluir las reivindicaciones debía pasar por muchos filtros. Entonces, aquí empezó el tema. Por eso, muchas se iban de los partidos, quiero decir... eso de los 70 a los 80, en Barcelona y aquí en Lleida también, porque yo venía de vez en cuando de visita y yo... mi lucha estuvo en Barcelona, ​​a pesar de ser leridana, pero cuando venía aquí contactaba con las de Lleida y me decían pues prácticamente lo mismo, pero aquí era picapiedra, también en Lleida.

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15. ¿En qué momento de tu vida conociste el feminismo y cuándo decidiste hacerte feminista?

Pues, también aquí, yo siempre he sido pionera en muchos ámbitos y empecé encontrándome púas con el año Internacional de la Mujer. Yo era del colectivo de la mujer de Naciones Unidas. Cuando estaba en el Movimiento de jóvenes del Baix Llobregat, me puse también como representante del Baix Llobregat del colectivo de la mujer de la ONU en Barcelona. Y allí, pues, ya empezamos a salir adelante de forma autónoma; o sea, yo me inspiré en la acción y en la misma acción y además que tenía una filosofía de vida de igualdad. Había leído en las teóricas, por lo tanto yo lo tenía clarísimo, estaba muy convencida. 

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16. ¿Has sufrido discriminaciones por el hecho de ser mujer en el ámbito profesional? 

Mira, yo sí te diré algo... o sea, yo con los hombres he tenido más una relación de colegas desde el inicio del feminismo y del activismo y, como me he hecho respetar, no sé por qué... dime que... o sea, no es que yo haya sido única o especial en este sentido, pero allí donde estaba, y normalmente incluso profesionalmente, he trabajado con hombres. Ahora no, y después en el movimiento feminista no, pero cuando he trabajado con hombres me he hecho respetar. Y ya sabían que yo era “la feminista” y, por tanto, ya iban con cuidado, o sea, era como... sentía que ellos tenían sus dejos y que les daba toques y que decía: “vosotros podéis ser como sed, yo seguiré, pues mi filosofía de vida”. Ahora, salvo en algunas manifestaciones en las Ramblas o en algunos lugares así específicos, a nivel profesional yo me he sentido respetada.

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17. ¿Y en el ámbito personal-social-ciudadano? 

Bueno, aquí... a ver. Mira, cuando me sentí más humillada fue cuando hice un viaje a Puerto de Mazarrón, Almería, Andalucía, y allí, allí, notaba que había mucho más machismo. Aquí lo que ha pasado es que yo he vivido mucho en Europa... durante casi 7 años. En Italia, Alemania, Dinamarca y en Francia, y en Barcelona... entonces he vivido comportamientos machistas en todas partes y los he denunciado y los he confrontado entonces... claro, es que estamos en una sociedad patriarcal. Bueno me he indignado muchas veces también. A veces, he callado al momento y después lo he dicho por la radio. O sea que me he expresado cómo he podido por los puestos que tenía acceso y profesionalmente a nivel de salarios y tal, bueno... depende del cargo, de la posición. Sí, había discriminación. 

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18. Sí es así, ¿crees que las cosas han cambiado y han ido a mejor o todavía hay mucha discriminación laboral, familiar, social? ¿Cómo ves la situación actual? 

A ver, yo creo que ha cambiado muchísimo y estoy muy contenta de ver a jóvenes como tú y otros estudiantes de Bachillerato y universitarios en las manifestaciones y con una actitud muy powerful. O sea, veo a las mujeres  vestidas de una forma que van orgullosas de su cuerpo. Sí, que tú dices... bueno, van exhibiendo. Pues sí, ya es hora que nosotros podamos ir como queramos, sin tener mosca a esconder y cubriendo, y ni tener miedo de que nos agredan. Entonces, yo creo que ha cambiado mucho lo que ocurre... que hay que hacer todo un cambio muy profundo estructural y sobre todo educativo para poder transformar la mentalidad, porque las mentalidades todavía son mucho ramplones, sobre todo en las provincias. 

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19. Algunas activistas leridanas son consideradas en diversas investigaciones como referentes feministas esenciales durante la transición democrática. ¿Crees que ha recibido el reconocimiento que merece por parte de las instituciones?

Creo que no se nos conoce prácticamente, no, que no nos han venido tampoco a preguntar nada ni a reconocer. Yo creo que el reconocimiento... quizás esperaban a que nos morimos para dar el reconocimiento, por aquello de decir... “bueno, las históricas”, como dicen las italianas “quele istoricio”. Lo que si es cierto es que yo puedo decir que allá donde he estado me he expresado como tal, ya sea con una institución, con un organismo o con alguna escuela y lo estamos divulgando y, además, que hay muchas seguidoras de la filosofía esta y del movimiento feminista aquí Lleida, que también son divulgadoras, son profesoras y esto se está extendiendo mucho a un nivel más básico de educación.  Y en las escuelas, aquí en Lleida, ya se está haciendo un trabajo... concretamente, pues bueno, en su Instituto Guindavols... en la FEDAC también están promoviendo el liderazgo con las niñas, en diferentes escuelas de Lleida ya ha movimientos didácticos que incluyen ya el género. 

Si nos referimos a títulos y medallas, cero. Pero si nos referimos a que nos preguntan y quieren saber y nos incluyen como teóricas, pues yo espero que sea y se está empezando a hacer. 

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20. ¿Y el reconocimiento de la sociedad? 

A ver yo cuando veo que a las jóvenes... ves, ahora me estoy emocionando también, ¿no? Veo que es un legado que ha llegado y eso, pues, ya es una satisfacción y comprender que, gracias a todo el trabajo que hemos estado haciendo cuando nosotros teníamos 20 años, porque algunas empezaron a los 20 años, pues ahora, 40 años después , 45 años después, pues vosotros ya lo tiene integrado y ahora ya la mitad de la lucha que hicimos nosotros ya se la puede ahorrar. Puede ir más allá y esto es una satisfacción.

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22. ¿Te parecería interesante que se estudiara en los institutos el papel de las feministas durante la transición en Lleida? 

Yo creo que sí, que debería incluirse como un crédito de libre elección y también como una asignatura. De hecho en Barcelona, ​​los estudios feministas empezaron en la universidad después de las Jornadas catalanas de la mujer y yo creo que fue Mary Nash con su libro Mujeres libres que empezó y se hizo un máster de género aquí, en Lérida. Pues, cuando era esto fue en el 2000 y pico... Pero antes, en Barcelona se empezaron a crear departamentos y aquí, en Lleida, pues Ángeles Calero que creó el Seminario interdisciplinario de estudios de la mujer. . Quintillà también pertenecía con este seminario y fueron profesoras teóricas que divulgaron en la universidad y en los institutos todo lo que es la teoría feminista y sí, hay que estudiar evidentemente. 

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23. ¿Estarías dispuesta con otras compañeras a explicar su experiencia al colectivo adolescente? 

No sólo dispuestas, ya listo, cuando desee. Y esto es algo que empezamos a hacer también con algunos institutos de las Tierras de Lleida con el tema de la sexualidad de las chicas, estudios de género y ahora estoy haciendo charlas divulgativas en los ayuntamientos catalanes, con Empar Rovira de Igual que yo televisión estamos haciendo charlas sobre el empoderamiento de las mujeres y allí hago referencia a lo que ha sido la historia, porque la historia es muy importante para inspirar a las jóvenes, el modelo.

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24. ¿Qué puede aportar las feministas de su generación al feminismo actual? 

Podemos aportar experiencia y estrategia. Y también partes de la teoría porque nosotros nos inspiramos mucho en las americanas, alemanas, nórdicas, italianas y francesas... claves. Nosotros, aquí, no teníamos teoría, los libros estaban prohibidos, íbamos a París, al Ruedo Ibérico a comprarlos o íbamos a Roma a ver lesistoriocio que ya tenían sus manualitos... entonces lo llevábamos aquí, lo traducíamos y hacíamos las nuestras revistas  alternativas, que también lo hicimos. Mira, había mujeres de LAMAR. Mira, yo la presenté en un congreso de prensa feminista alternativa en Amsterdam en el año 76, la revista Dones de Lamar, o allí nos dimos a conocer, también porque no había demasiada cosa de España, allí. 

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25. ¿Crees que el movimiento feminista actual ha cambiado el rumbo? 

Bueno, sí... existen diferentes formas de interpretar la liberación de la mujer. Hay también todo un movimiento del amor entre mujeres que también se han radicalizado en una línea que quieren vivir, o sea el feminismo se interpreta como que ellas ya son libres y no tienen en cuenta lo biológico. Es como si el hecho de nacer mujer no fuera un condicionante, y yo creo que sí, que es un condicionante: lo biológico importa, después está el discurso de género.  Ahora, nosotros siempre lo decíamos y las Italianas con esto también son muy femeninas, somos mujeres y como tales reivindicamos el hecho de ser mujer, estamos orgullosas, y queremos tener los derechos. No queremos ser como los hombres, queremos sostener la diferencia, porque somos diferentes. 

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26. ¿Lo ves positivo o negativo? 

Positivo porque es diverso y refleja las diferentes variantes e ideologías dentro del mismo movimiento de la mujer, porque las mujeres también somos diferentes entre nosotros y tenemos diferentes opciones y creo que debe incluirse también esto. O sea lo diferente, lo diverso es plural y es mucho. Aunque parezca caótico que dicen... no, las mujeres son muy diversas, caóticas... no se entienden entre ellas, es la creatividad femenina, es el hemisferio derecho, es la parte lunar... Quiero decir nosotros tenemos unas características diferentes y esto también se está viendo dentro del movimiento.

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27. ¿Crees que existe un factor de moda o de verdad la gente tiene muchas convicciones feministas e igualitarias? 

Yo creo que la moda lo ha cogido del movimiento feminista y, gracias a que se fashion, pues muchas chicas se han apuntado o al menos se han inspirado. Después, si quieren profundizar, tendrán que ir más allá y organizarse porque el gran error ha sido y es el de falta de estrategia y de organización; por eso, algunas querían hacerlo tipo partido, pero dijimos nosotros: “¡no reproducimos el patrón jerárquico patriarcal autoritario! Nosotros vamos a desarrollar estrategias propias, vamos a hacerlo... Bueno, si podemos mejor, porque tenemos una experiencia diferente y puesto que empezamos a hacerlo diferente”, porque también perdimos mucha energía luchando a la contra; y  nosotros decíamos: “vamos a auto-organizar y debe hacerlo a nuestra manera y hacer un movimiento alternativo”. Después ya, si quieren, que vengan a buscarnos, porque si seguimos luchando, nos desgastamos muchísimo y éste también ha sido... ésta ha sido una estrategia que nos ha funcionado, después de habernos agotado. 

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28. ¿Qué opinas sobre la nueva ley trans? 

Yo creo que está bien que salga adelante y que apoyen a las trans trans. No sé exactamente en qué punto está, si la están aprobando, si ya está aprobada, la ley. ¡Pues muy bien, que salga adelante! No la conozco en concreto, pero si una mujer quiere cambiar de sexo... un hombre, ¿por qué no? 

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29. ¿Ves diferencia entre género y sexo? 

Sí, o sea... vamos a ver, el género sería el constructo social y el sexo, pues, es el biológico. Entonces gracias a que somos mujeres, podemos reivindicar el género y trabajar desde aquí socialmente para cambiar el paradigma, el modelo, la interpretación que se hace del sexo; ahora rescatar... rescatarnos como mujeres con nuestro protagonismo, ésta es mi forma de verlo.

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30. Si es así, ¿la orientación sexual en cuál debería basarse? 

La orientación sexual es libre, cada persona es libre de amar y disfrutar de su cuerpo como quiera. Si es mujer y elige un hombre, pues, bienvenido; si elige una mujer, también. Pero para mí la orientación sexual es indiferente. Es una persona que tiene atracción, se enamora, ama. O sea la orientación sexual es libre; para mí es algo natural y, como decimos, estamos muy condicionadas a vivir de una determinada manera: el amor romático, el matrimonio, las relaciones heteros... Yo creo que esta aventura de mente permite que las personas se sientan libres con este tema, desde su sexo y desde su conciencia de género como mujeres. 

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31. ¿Cómo crees que se podría introducir el feminismo en los institutos para que fuera efectivo?

Por un lado, cambiando el modelo educativo y después introduciéndolo como parte de los estudios de historia. O sea, dentro de la historia. En la editorial Taurus está Herstory, una interpretación de la historia desde una mirada feminista; hace tiempo que me di cuenta de esto, y creo que sí... que debe incluirse dentro de la historia de la humanidad, porque nosotros feministas rescatamos todo lo que era el mito, porque aquí está el tema, el mito matriarcal, los arquetipos femeninos de poder: la hembra, la gran madre, las diosas con sus representaciones... Parte del ecofeminismo hemos ido a las culturas antiguas a rescatar los mitos y ofrecer esto también a las chicas jóvenes, de decir, pues... el arquetipo de Diana o Artemisa, que es la guerrera, el activista, el arquetipo de la Diosa Ceres y Perséfone, la hija, la madre, el arquetipo de Atenea, que es la intelectual; y esto hay una psiquiatra japonesa, Jin Shinoda que habla de ella en su libro Las diosas en cada mujer y los diosas en cada hombre; y esta mujer también lo ha estudiado y, de hecho, existe una terapia feminista que dentro de las terapias humanistas algunas mujeres feministas lo estamos utilizando también.

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32. Actualmente, ¿en qué frentes feministas sigues activa? 

Yo fundé en Lleida las Mujeres Empresarias y para mí una de las formas de liberación de la mujer es la autodependencia económica, intelectual, de vivienda, de tener acceso a recursos propios; y vi que la maestría  del vivir requería conseguir desarrollarse como tales, sea académicamente o sea empresarialmente,  socialmente; entonces yo he trabajado ya a partir del año 2008, que creé Coaching Lleida. Todo un trabajo. Fundé Funde en Lleida y soy la delegada en Lleida de la Fundación Internacional de la Mujer emprendedora, que empezamos el año 1996 ya, con los microcréditos: cuando la caja todavía no los había hecho, nosotros hacíamos venir un señor de la Caixa a la fundación para que revisara el plan de empresa que le habíamos ayudado a hacer y nos diera el microcrédito. Así que, por ahí estoy trabajando actualmente también. 

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33. Si tuvieras que elegir sólo 3 nombres de feministas leridanas imprescindibles para una historia del feminismo leridano en la transición, ¿cuáles serían? 

Pues mira a Elvira Siurana, Maite Ojer y después la que fundó Dones Lleida, que ahora no recuerdo su nombre, que ahora está activa todavía en el colectivo Dones Lleida... la Mercè Ciutat, exacto.