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CONTEXTO HISTORICO

EL FEMINISMO EN LLEIDA DURANTE LA TRANSICIÓN 

Como dice J. Serra (2015: 39-40), “en Lleida, los nuevos movimientos sociales”, entre los que incluye el feminismo, “estuvieron influenciados por los partidos de izquierdas en sus inicios y, posteriormente, resultaron más autónomos al centrar sus demandas más allá del concepto de clase”.  Según este autor, el feminismo “nace estrechamente vinculado a partidos de la izquierda marxista que integraban la lucha de la mujer en el concepto de revolución social. Las principales reivindicaciones se dirigían hacia la despenalización del adulterio, la legalización de los anticonceptivos, la educación sexual, una ley del divorcio y el aborto legal, entre otros.”

En 1974 se celebra una asamblea de corte feminista en el edificio Palas, en la que participa toda una serie de mujeres que después se convertirán en las líderes del movimiento feminista en la ciudad. 

Según recoge Ojer (2014: 27), una de ellas, Anna Ariño, que en ese momento militaba en el PSUC, todavía en la clandestinidad, habla sobre la situación de las mujeres dentro de su propio partido y recuerda: “empiezo a sospechar que la llegada de la democracia no traerá la igualdad”. 

Por su parte, Montse Ibáñez afirmaba que "como jóvenes dentro de movimientos políticos y reivindicativos, la caída del régimen supuso tomar conciencia de que como mujeres éramos discriminadas dentro de los propios partidos y movimientos antifranquistas". 

Y en este contexto, la celebración del Año internacional de las mujeres en 1975 tuvo un gran impacto social, reflejado en la propia prensa local, como demuestran las 6 páginas que el Diario de Lérida le dedica en apartado especial aparecido el 7 enero (con un artículo-columna de Carmen Castro), el 4 de mayo (con un reportaje especial de 4 páginas), y el 14 de agosto, en la sección de opinión, en dos artículos: uno sobre la madre soltera de 'E. Llinàs y otro, sobre el varón domado de F. Ahumada.

L’Asociación de Mujeres Provincial de Lleida (AMPL)

Es a partir de estos encuentros y asambleas que nacerá la Asociación de Mujeres Provincial de Lleida, que será la primera asociación feminista leridana, dada de alta en 1976, con 50 asociadas, básicamente del barrio de Cappont, bajo la influencia del Partido del Trabajo de Cataluña (PTC).

Entre las principales impulsoras de esta Asociación estaba Isabel Crespo Gredilla, como presidenta y, como otros líderes de esta asociación, Maria Huguet, Mercè Ciutat, Montse Ibañez y Carme Molet, entre otros (Ojer, 2014:28) . 

La Asociación de Mujeres Provincial de Lleida (a partir de ahora, AMPL) contacta con otras organizaciones ciudadanas, como por ejemplo las diferentes Asociaciones de Vecinos y Vecinas para organizar actos conjuntos para denunciar y resolver problemas en los barrios, como la educación, el control de precios por parte del Ayuntamiento, participación en el plan de ordenación y planificación urbana.

En una entrevista publicada en el Diario de Lérida el domingo 6 de marzo de 1977, la presidenta de la AMPL, Isabel Crespo Gredilla, abogada en paro de 26 años y socia de la AAVV del barrio de Cappont, explica los inicios de la asociación en el mes de enero de 1976 y sus objetivos:

“Se creó a partir del barrio de "Cap-Pont", de algunas mujeres de esta zona que fuimos casa por casa, recorriendo unos 500 hogares preguntando a las amas de casa, qué problemas principales veían y si estaban dispuestas a colaborar con una Asociación de Mujeres, para tratar de resolver estos problemas. Unas 60 dijeron que sí, entonces a partir de ahí nación esta idea, esto fue hace muy poco, exactamente en enero del año pasado”.     

Esta asociación trabajaba temas relacionados con la economía doméstica familiar, como la subida de la luz o el encarecimiento de la cesta de la compra. A nivel organizativo, Crespo destaca en la entrevista algunos problemas prácticos de la asociación, como la falta de local de reunión y de fondo, y la dificultad para conseguir los permisos para realizar actividades.

Una de las de las que más eco tuvo fue la mesa redonda coloquio del sábado 5 de marzo de 1977 sobre “El encarecimiento del coste de la vida”, en la sala de la Cooperativa Agrícola Práctica (o en la Sala de 'Actas de La Caixa de la avenida de Blondel), con la participación de Ramón Morell y Rosell, economista; Ramón Guans i Ferré, campesino y presidente de la Cooperativa de Castellón de Farfanya; Jaume Gavín i Padilla, comerciante y presidente de la Asociación de Vecinos del Secano de Sant Pere; Maria Barrull Chicot y Dolores Ruiz Chiquero, amas de casa; e Isabel Crespo Gredilla, presidenta de la AMPL, con la asistencia de unas 500 personas según las organizadoras, en su mayoría mujeres, y que contó con servicio de guardería infantil. Isabel Crespo explicó a la prensa que le entrevistó que la AMPL enviaría un escrito al rey sobre el tema del coloquio y reclamó la creación de comisiones de control de calidad y precios:

“Con el Ayuntamiento, también tenemos relaciones para hacer la petición de cosas para ciertos barrios, para pedir subvención, local y con el Gobernador Civil lo mismo. Incluso con el Presidente de la Diputación”.

1976

Todas las fuentes consultadas, tanto en las entrevistas realizadas, como se verá, como bibliografía sobre la cuestión, coinciden en señalar como punto de inflexión de la lucha feminista en Lleida la celebración en mayo de 1976 en Barcelona de las I Jornadas Catalanas de la Mujer. En estas Jornadas participaron varias leridanas, entre ellas Anna Ariño. Según ella misma explica, la Asociación provincial de mujeres de Lleida participó con la ponencia "Situación de la mujer en el mundo rural":

El año 76 colaboramos y participamos en las primeras jornadas feministas de la universidad de Barcelona activamente: fue impresionante ver el paraninfo lleno de mujeres que teníamos y luchábamos por los mismos intereses, se debatió y reivindicó sobre el derecho al aborto, en el divorcio, contra el adulterio, el derecho a la sexualidad de la mujer…

Fue para mí un antes y un después. Fueron muy emotivas para mí, una inyección de optimismo, me identifiqué con las intervenciones de los derechos que habíamos perdido y que debíamos recuperar, primordial para avanzar en nuestros derechos como mujeres, intuí un antes y un después, un despertar al feminismo en un frente común que nos unía.

Por entonces era la responsable de la sectorial de la mujer del PSUC. Recuerdo que al mes de volver de las jornadas participé en un mitin que fui muy critica con los compañeros del partido por hipocresía que demostrábamos en la relación con las mujeres que era muy machista.

También encontramos referencias a la prensa local. El Diario de Lérida (1 junio 1976), hace una síntesis conclusiva de los temas debatidos en las jornadas en las que participaron mujeres de Cataluña, Comunidad Valenciana y Las Islas, y las reivindicaciones formuladas, que eran:

  • derecho a un puesto de trabajo sin discriminaciones

  • abolición de las discriminaciones en el trabajo

  • reconocimiento de los derechos laborales, sindicales, etc. para las empleadas de hogar

  • enseñanza obligatoria gratuita, laica y no discriminatoria contra la mujer

  • eliminación del Servicio Social

  • amnistía general para los “delitos femeninos”.

  • Acabadas las jornadas, unas 500 mujeres salieron en manifestación desde Plaça Universitat hacia Balmes y Pelayo y fueron disueltas por la policía.

A partir de la asistencia y participación en dichas Jornadas, se creará en Lleida una delegación de la Asociación Catalana de la Mujer (ACD), impulsada por el PTC pero también con la participación de mujeres del PSUC, ERC, MCC, PSAN y Frente Nacional. En 1976 tenemos también noticias de las manifestaciones bajo el lema “Yo también soy adúltera”, según recoge la prensa local en enero de 1977 (DDL 9 enero 1977).

1977 – Delegación leridana de la Asociación Catalana de la Mujer (ACD)

El 24 de marzo de 1977 se hace la presentación de la delegación leridana del ACD con éxito total de público en la sala actos Fundació La Caixa, con la intervención como ponentes de Rosa Parés, que habló de la trayectoria del movimiento feminista desde el siglo XIX para acabar reclamando los mismos derechos de que disfrutaban las mujeres durante el gobierno de la Generalitat. A continuación intervino Mercè Ciutat, exponiendo los dos objetivos generales del ACD: la lucha por conseguir la igualdad mujer-hombre; y fomentar una sociedad democrática; desglosó el programa en varias etapas: igualdad total frente a la ley; revisión de los programas educativos para eliminar las diferencias en relación con el sexo; derogación del Servicio Social incluso en el marco del Estatuto de Autonomía. Anna Mercadé abordó el tema del divorcio; y Maria Huguet, subrayando que "la problemática de la mujer era esencialmente rural" reivindicó el trabajo doméstico. También se quejó de la falta de un local en Lleida y de que son 30 las mujeres asociadas. Durante la presentación también anunciaron que había programadas para las próximas fechas un ciclo de conferencias sobre temas feministas y un mitin en la ciudad de Lleida.

Según ellas mismas se definían, la ACD era una asociación política y feminista, amplia y unitaria, nacida durante las "I Jornadas Catalanas de la Mujer", constituida por mujeres de diferentes tendencias políticas e ideológicas de distintos sectores y clases sociales.

El objetivo fundamental era conseguir la emancipación de la mujer. Y se luchaba en dos frentes: por la igualdad de la mujer con el hombre y por una sociedad democrática que posibilitara la concreción de esa igualdad. El órgano máximo era la Asamblea General. Había una Junta Directiva, la presidenta era Ana Mercadé. Según las ponentes, algo importante eran las Comisiones de trabajo, que abarcaban todos los aspectos necesarios para conseguir las finalidades de la Asociación. Admitieron que no estaban legalizadas, puesto que, en principio habían intentado acogerse a la Ley de Asociaciones del año 1966, pero en vista de que no les contestaron, presentaron toda la documentación necesaria para inscribirse en el Registro de Asociaciones Políticas, aunque, a día de la presentación, todavía no habían recibido respuesta a pesar de confiar en su legalización lo antes posible.

Según explicaban Cañueto, Ciudad y Huguet al ser entrevistadas: 

“El ACD no acepta a los hombres como asociados, aunque se acepta su colaboración. Partiendo de la base de que el feminismo es algo que interesa tanto al hombre como a la mujer, es ella quien sufre las consecuencias, por tanto es ella, en primera instancia, quien debe luchar por sus reivindicaciones, por su emancipación. 

Luchamos por conseguir la democracia política. Por eso estamos integradas en la Assemblea de Catalunya.

Creemos que el feminismo desligado de la política no tiene razón de ser. Por tanto, nuestra asociación tiene un matiz político. Por otra parte, aceptamos la doble militancia. Totalmente independiente de partidos políticos. Cuenta en estos momentos con unas 1300 socias.

Nosotros trabajamos de cara a las elecciones. En este sentido apoyaremos un frente electoral de democrático que esté de acuerdo con nuestros objetivos. Si esto llega a producirse, pensamos presentar a nivel de Cataluña a mujeres candidatos para asegurar que se cumplan nuestros objetivos; pedimos el Estatut de32, la Generalitat y el retorno del Presidente Tarradellas”.

La Asociación Catalana de la Mujer focalizará su lucha en temas como la ley del adulterio, la del divorcio, la legalización del aborto y la planificación familiar; y un objetivo esencial era conseguir un centro de planificación familiar en Lleida, por lo que realizaron acciones de muy diversa índole como mítines, ciclos de conferencias, etc. sobre temas como divorcio, anticonceptivos, sexualidad femenina. 

Trabajaron por la descentralización y así se organizaron actividades en ciudades como Balaguer, Mollerussa, etc, liderados por asociadas como Carme Bellet y Rosa Gràcia. 

En Lleida, se realizaron unas Jornadas sobre sexualidad y la inauguración del local de la delegación leridana de la ACD en el núm 17 de la c/ La Palma – de Lleida.

 

En Mollerussa, el 21 de agosto de 1977 en el local de la Banca Catalana, organizado por jóvenes de la comarca, se celebró una conferencia coloquio “La problemática de la mujer y la lucha por su liberación”, a cargo de Empar Pineda, miembro de la Permanente de la Asamblea de Cataluña y de la Coordinadora Feminista (Diario de Lérida, 20 agosto 1977, pág. 7).

El Grupo Independiente de Lucha de la Mujer de Lleida (GILLD)

El PSC se mantuvo al margen de esta asociación y creó su propio grupo de mujeres: el Grupo Independiente de Lucha de la Mujer de Lleida (GILLD). 

Elvira Siurana, que había estado por Europa en diferentes círculos feministas, regresa a Lleida en 1975-76, y al llegar entra en contacto con varias mujeres como Isabel Toll, Maica Caballero, Mª Àngels Filella y otros activistas de la ciudad y participa en la gestación y nacimiento del Grupo Independiente de Lucha por la Mujer (GILD), que nace oficialmente en febrero de 1977.

Se presentó públicamente el 8 de marzo de 1977, en el Salón de actos de La Caixa, con una charla de la psicóloga leridana Marta Trepat Secanell sobre la discriminación de sexos en la infancia (“La discriminación comienza ahora. Educación sexista”) , presentada por Maica Caballero. 

 

El GILLD se diferenciaba del ACD al aceptar a hombres como asociados y en otras cuestiones de tipo ideológico y de método. 

El 21 de abril de 1977 aparece una nota de prensa en el Diario de Lérida (p. 9), en la que la Comisión Gestora de creación del Grupo Independiente para la Lita de la Mujer expone sus puntos programáticos; y para el día de Sant Jordi del mismo año, el grupo monta un tenderete en la plaza Paeria para darse a conocer y exponer su programa a todo el que pase:

“De acuerdo con las demandas recibidas de informar sobre el funcionamiento y objetivos de grupos de mujeres en Lleida, nosotros, Grupo Independiente para la Lucha de la Mujer (GILLD), hemos creído conveniente puntualizar lo siguiente:

—Somos un grupo independiente y autogestionario, ideológicamente abierto al margen de partidos políticos, y comprometido en la independencia y autodeterminación de la mujer, sometida hoy por hoy, a una división social del trabajo que le impone unas formas alienantes de participación lectiva y convivencia. 

—Este grupo fue creado a mediados de febrero de este año, a raíz de los contactos iniciados por algunos de los componentes actuales del GILLD, con la Asociación Catalana de la Mujer, y dado que se hicieron patentes claras diferencias de tipo ideológico y de método. 

—Creemos que la lucha debe llevarse conjuntamente con el hombre, teniendo en cuenta que se trata de un problema social, por tanto, no hacemos distinciones de sexo a la hora de admitir nuevos miembros. 

—Nuestra acción debe tener especial incidencia en los problemas que tiene planteados la mujer en Lleida, tanto en la ciudad como en el campo, y llevar a cabo una acción coherente que libere a la mujer de la triple marginación de tipo cultural , productiva y familiar a la que se ha visto sometida por esta sociedad patriarcal, basada en el autoritarismo machista.

A corto plazo, fijamos los siguientes objetivos:

En el campo legislativo: -Amnistía para todas las mujeres condenadas por comportamientos considerados de delito de sexo. —Derogación de todas las discriminaciones legales, tanto de orden civil, como penal, laboral y mercantil.—Establecer un régimen matrimonial y otras formas de convivencia, con igualdad total. —Abolición de la “patria potestad”.

En el campo familiar: -Creación de guarderías gratuitas, distribuidas estratégicamente, para cubrir las necesidades en zonas rurales, barrios y zonas urbanas. —Enseñanza gratuita obligatoria y pública en régimen de coeducación. Revisión de textos escolares, sin discriminación de asignaturas.

En el campo del trabajo: -Igualdad de derechos entre el hombre y la mujer: a igual trabajo, igual salario. —Igualdad de los cónyuges en recibir prestaciones de la Seguridad Social, aunque sólo cotice a la mujer. —Incluir este tipo de lucha en el conjunto de reivindicaciones laborales. 

 

El Grupo de Mujeres de Lleida

Según Serra (2015:40), los malos resultados del Partido del Trabajo de Cataluña en las elecciones generales de 1977 tuvieron como consecuencia que un grupo de mujeres deje el partido y la delegación leridana del ACD, considerando que estaba demasiado vinculado en el PTE y formen una nueva entidad feminista que reivindica su carácter independiente de cualquier partido: el Grupo de Mujeres de Lleida, todavía muy activo hoy en día, encabezado por Carme Bellet, Mercè Ciutat, Maria Huguet, Montse Ibáñez, Teresa Mas y Carmina Pardo , con sede en un local de la calle La Palma.

Por su parte, continuarán en el ACD Carme Molet y Eugenia Cañueto, y cambiarán su sede en la calle Cavallers 20. A pesar de la escisión habrá una gran colaboración de las dos asociaciones a la hora de organizar actos o implicarse en campañas. 

1978 

Durante 1978, se intensifica la campaña de autoinculpaciones "Yo también soy adúltera", que ya se había iniciado en 1977.

1979

El grupo de mujeres de Lleida fue el objetivo de dos atentados por parte de la extrema derecha; así, en diciembre de 1979 su local, ubicado en la calle La Palma 17, fue incendiado. Aunque nunca se pudo demostrar, las amenazas previas y otros indicios señalaban claramente a los grupos de extrema derecha que ya habían protagonizado otros atentados en la ciudad.  En el incendio, además de los daños materiales en el local, se perdió todo el archivo relativo a las usuarias y generó miedo e indignación entre las asociadas. 

 

Poca o nula colaboración de la policía ante las reiteradas denuncias de Anna Ariño y Teresa Mas. Sin embargo, muy buena respuesta de la sociedad civil y las instituciones, como la Diputación, que condenaron el atentado. Como explica Ojer (2007:35), la prensa local se hacía eco y titulaba "Masiva repulsa contra los atentados en el local del Grupo de Mujeres". El propio presidente de la Diputación de Lleida hacía llegar una carta al Grupo expresando el acuerdo del Plenario de la Diputación por el que se solidarizaban con ellas y rechazaban el atentado.

Coordinadora de Mujeres de las Tierras de Lleida

En 1979 también nace la Coordinadora de Mujeres de las Tierras de Lleida (vinculada a la Coord. Feminista de Cataluña): incluía todos los grupos feministas de la provincia Lleida (Grupo de Mujeres, ACD, Grupo Independiente de Lucha por la Mujer ( GILLD), Grupo de Mujeres de Mollerussa, el Grupo de Mujeres de Balaguer, Partido feminista en las Tierras de Lleida (Teresa Estany). La coordinadora tiene objetivos y reivindicaciones propias:

  • Despenalización adulterio

  • Legalización anticonceptivos

  • Divorcio

  • Aborto

  • Planificación familiar

  • Igualdad ante la ley

Las acciones que de forma coordinada organizaron fueron muchas y diversas. Por un lado, la campaña por el derecho al aborto, libre y gratuito (que era de nivel estatal), con dos acciones: 

recogida de firmas para la campaña de autoinculpación (“Yo también he abortado”), como apoyo a las abortistas de Bilbao juzgadas y la manifestación bajo la consigna (Londres no, Lleida sí), apoyada por tres concejales del Ayuntamiento : Antonio Cantano, Magda Ballester y Ventura Margó, Pere Ardiaca (cf. explicación de A. Ariño). Las manifestantes se dirigieron hacia el Ayuntamiento a primera hora de la mañana y, a pesar de la presión de las fuerzas de seguridad para sacarlas, un grupo de casi veinte mujeres se sentaron en las escaleras del Ayuntamiento, tal y como recogía al día siguiente la prensa local. Ya por la tarde, más de 300 personas, entre mujeres y hombres, y bajo una pancarta diseñada por Carme Molet, artista y presidenta del ACD, recorrieron la calle Major de Lleida bajo el grito "Aborto libre y gratuito".

Y también se organizaron acciones para reclamar el Centro de Planificación familiar (lo que se conseguirá a principios de los 80).

El 18 de mayo de 1979 se hizo la presentación en Lleida, concretamente en el salón de actos de “La Caixa” del libro de Mª Aurèlia Campmany Dona, doneta, donota, según relata Jesús Bometón, en un acto organizado por la Editorial Edhasa y la "Librería L'Ereta”. Mujer, mujercita, donota  había sido uno de los libros con más éxito de ventas en la "Diada de Sant Jordi". La presentación del acto fue dirigida por Mercè Ciutat, que presentó los autores del libro, Maria Aurèlia Capmany y Avel·lí Artís-Gener (Tísner), que hablaron a continuación. 

Como bien explica M. Ojer (2014:29) y las propias protagonistas explican, del 25 junio al 6 julio de 1979 se celebraron en el edificio del Roser unas Jornadas de Sexología, organizadas por el Grupo de Mujeres de Lleida, con la col colaboración del Ayuntamiento, y algunos partidos políticos y sindicatos. Los y las ponentes fueron el sexólogo Frederic Boix, la psicóloga Victoria Sau, la filóloga Empar Pineda, la abogada Lídia Falcón y la escritora M. Mercè Marçal.

Un par de meses más tarde, en septiembre de 1979, el ACD presenta una carta -firmada por su secretaria Eugenia Cañueto- solicitando al ayuntamiento ayudas para realizar una campaña a favor del divorcio por mutuo acuerdo (en el Congreso de los Diputados de Madrid se estaba preparando una discusión sobre la ley del divorcio.

En octubre, Carme Molet, entonces presidenta del ACD de Lleida, pide los permisos al Gobierno Civil de Lleida para organizar una charla sobre la ley del divorcio, a cargo de Maria Rúbies, diputada leridana en Madrid, Anna Mercadé, presidenta del ACD a nivel de Cataluña y Teresa Pàmies, escritora y política socialista.

A finales de 1979 se crean también las secretarías de la mujer en los sindicatos CCOO y UGT.

1980

Maria Rúbies defiende una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados para la igualdad de la mujer trabajadora en la Seguridad Social. Según explica Mercè Ciutat y recoge M. Ojer (2007:35), Maria Rúbies fue una política leridana que, pese a no compartir las ideas del movimiento feminista, siempre se mostró muy receptiva y colaboradora en los diversos actos que se organizaba, participando en ellos. Ciudad asegura que "nos enviaba notificaciones y cosas de lo que ocurría en Madrid, y eso nos permitía estar al día en las diferentes temáticas", convirtiéndose así en un punto de apoyo y de apoyo para el Movimiento Feminista de Lleida.

1981

Por su parte, la Paeria, gobernada por el PSC, recogiendo las demandas de la Coordinadora de Mujeres de las Tierras de Ponent, crea el Centro de Orientación Sexual, que se situó en un piso de la Rambla Ferran. A propósito de su diseño, A. Ariño (Ojer, 2007: 36) explica: “queríamos que el centro, aparte de planificar, educara sexualmente a hombres y mujeres de Lleida”. Carmina Pardo destaca que no sólo se logró la inauguración del centro sino también se le dotó de las mejores profesionales del momento. Formaban parte de la plantilla la psicóloga leridana Teresa Estany, con una reconocida militancia feminista, dentro del ACD y posteriormente en el Partido Feminista de Lídia Falcón, y con una sólida formación como psicóloga, y Carme Vilana, entre otros.

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En 1987 se empieza a gestar lo que será el Seminario Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (SIED), como un grupo de investigación que lleva a cabo diversas actividades, agrupando a aquellas personas interesadas en todo lo que rodea la realidad femenina hoy y a lo largo de la historia.

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